Formación Espiritual

Un Mar de Oportunidades

El es poderoso para usarnos para su Gloria si nos rendimos de corazón y sin condiciones a su plan perfecto. by la mayora Arlene Di Caterina Massini

En diciembre de 2022, tuvimos la bendición de visitar Israel con un grupo de hermanos del cuerpo de Queens, Nueva York,  junto con otros líderes de Iglesias de Uruguay, Puerto Rico y Colombia. Conocimos muchos lugares, como Jerusalén, Belén, El Monte de los Olivos y El Jardín de Getsemaní. Pero sin duda, uno de los lugares que más me impactó fue el Mar de Galilea, que en realidad no es un mar, si no un lago de agua dulce, de 13X87millas formado por el Rio Jordán. De este lago se utiliza casi el 30% de toda el agua que se usa en Israel, y es también fundamental para el riego de las plantaciones en el desierto de del Neguev, y provee alimento para miles de personas a través de la pesca.  

Pero más allá de su importancia para la región en estas áreas que he mencionada, la biblia nos enseña que en este maravilloso lugar ocurrieron cosas muy relevantes durante el ministerio de Jesús en la tierra, y que vidas fueron transformadas e impactadas por su poder en sus orillas y también mar adentro. 

Vayamos a las Escrituras para aprender un poco mas acerca del Mar y su relevancia histórica, 

Marcos 1:16:20 

16 “Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. 17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. 18 Y dejando luego sus redes, le siguieron. 19 Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes. 20 Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron” 

Lo primero que vamos a ver que el Mar de Galilea es un lugar en donde se toman decisiones: 

1“…vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar;” 

Estos hombres no estaban sentados en la orilla del mar, de vacaciones veraneando y tomándose un jugo. 

Estaban trabajando, de hecho, estaban en plena faena, en el momento más crítico e importante de toda su tarea: “echando la red en el mar. 

Y en medio del momento mas importante de su carrera profesional, Jesús los llamo., ¿Y que les dijo? 

¿Venid en pos de mí, y los hare hombres ricos y exitosos, a no perdón, Venid en pos de mí y les comprare una lancha con motor?, a no no dice eso tampoco, ¿Venid en pos de mí y alcanzaran todos sus sueños?   

Nada que ver, La invitación de Jesús puede sonar hasta desconcertante. 

“Venid en pos de mí y los haré que seáis pescadores de hombres” 

La reacción de los hombres es tan asombrosa como la invitación: 

 18 Y dejando luego sus redes, le siguieron. 

No podemos especular que dejaron todo y le siguieron porque estaban cansados de pescar, o porque el negocio no iba muy bien. 

Sin lugar a duda la invitación no fue lo que los llevo a tomar una decisión tan drástica e inmediata, si no mas bien quien les hizo la misma, no los persuadió la propuesta del señor, si no más bien el Señor de la propuesta. 

Lo que cautivo sus mentes y corazones fue Jesucristo: Su persona, su carisma, su amor que emanaba en cada palabra que decía, esa fue la razón que los llevo a dejar todo y seguir al Maestro, esa fue la razón que los llevo a tomar una decisión qué cambiaria el resto de sus vidas. 

Los hare pescadores de hombres conllevaría un proceso, una relación, una comunión que comenzó justamente a orillas del mar de Galilea. 

Pero el Mar de Galilea no solamente es un lugar donde se toman decisiones, también es un lugar en donde reconocemos su poder. 

Marcos 4:35-41nos dice: 

35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. 36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. 37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. 38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? 39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen? 

En este punto de su ministerio ya los discípulos habían sido testigos de muchos milagros de Jesús, sanidades, entre ellos a leprosos, liberaciones, y otros milagros. 

Pero frente a la intensidad de la tormenta su corazón desfalleció y sus esperanzas de salir con vida se desvanecieron. 

En ese preciso instante, el Mesías interviene y se revela de forma tan milagrosa que todos se dieron cuenta de que aún no conocían el poder que residía en su Maestro. 

Les fue necesario pasar por la tormenta, para entender quien realmente era Jesús. 

El Mar de Galilea es un lugar donde se toman decisiones, donde reconocemos Su Poder, y también de reafirmación del llamado. 

Juan 21:1 dice así: 

“Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de esta manera: 2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos. 3 Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada……. 4 Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús 9 Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. 10 Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. 15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. 16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. 17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas” 

Es la tercera vez que Jesús se les aparece a sus discípulos después de su resurrección. 

No seamos crueles con los discípulos que volvieron a pescar, en definitiva, era lo que sabían hacer y tenían que hacer algo para sustentarse. 

Jesús no los visito para reclamarles por qué habían regresado a su viejo oficio, si no para una vez mas extenderles su mano de ayuda y su corazón de Siervo. 

Tres veces Jesús le pregunta a Pedro si este lo amaba, algunos creen que esto tiene relación directa con la negación de Pedro, ya que este también lo negó tres veces. 

De esta manera vemos que Jesús es quien le da la oportunidad a Pedro de reivindicarse, y a la misma vez reafirmar el llamado Apostólico que había para su vida. 

Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas”

Pedro se transformaría eventualmente en el líder de los apóstoles, luego de la llenura del Espíritu Santo. En su primer sermón tres mil personas se unirían al grupo de creyentes. La promesa de Jesús de que Pedro sería fundamental en la edificación de la iglesia, se cumplió en tres etapas: Pedro predicó el día de pentecostés (Hechos 2). Entonces, él estaba presente cuando los samaritanos recibieron el Espíritu Santo (Hechos 8). Finalmente, fue llamado a la casa del centurión romano Cornelio, quien también creyó y recibió el Espíritu Santo (Hechos 10). De esta manera, Pedro “abrió” tres mundos diferentes y abrió la puerta de la iglesia a judíos, samaritanos y gentiles. 

Esto es el cumplimiento de la reafirmación del llamado de Pedro para servirle al Señor, y todo sucedió allí, a orillas del Mar de Galilea.     

Decisiones que tomar, poder que experimentar, llamado que reafirmar. 

Todos de alguna manera pasamos, estamos pasando o pasaremos estas experiencias que vivieron los discípulos en el Mar de Galilea, quizás hoy mismo Dios está tratando contigo y está trayendo convicción a tu corazón acerca de una decisión que debes de tomar, muchas veces nos cuesta dar ese paso y batallamos constantemente con lo que sabemos que Dios nos esta llamando a hacer, pongamos nuestros ojos y corazón en aquel que nos está llamando y experimentaremos su paz y dirección para ir en la dirección correcta. 

O quizás al igual que los discípulos nos sentimos amenazados por tormentas que llegan a nuestras vidas inesperadamente, y parece que la barca se nos hunde, que ya casi zozobra, y pensamos que nuestro Maestro esta ajeno a nuestra situación. 

Pero El siempre esta presente, es una promesa que El mismo nos ha hecho, pero sin tormenta, no experimentaremos su poder, si estas en medio de una, solamente confía, persevera y veras su poder manifestado como nunca lo has visto en tu vida. 

Y por último, no creas que el llamado que Dios ha hecho a tu vida ya no está vigente, quizás como los discípulos pensaste que es mejor volver a las “redes y la pesca” que no eres capaz de cumplir lo que Dios desea para tu vida, pero nuestra debilidad no limita el poder de Dios ni cancelan sus planes. 

Dios no vino a reprochar nuestras acciones, si no a recordarnos que a pesar de ellas el es poderoso para usarnos para su Gloria si nos rendimos de corazón y sin condiciones a su plan perfecto. 

Dios les bendiga. 

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